
The White Horse. Faringdon. Inglaterra
El destino quiso que aquella tarde nos despistáramos de la carretera camino de Oxford y acabásemos en Faringdon.
La tarde resultó de una magia increíble al descubrir en sus colinas la silueta del caballo blanco. Su antiguedad es de unos 3000 años A.C.
Solo se visualiza completo desde la altura, y está hecho con caliza hundida. Según se cuenta en el ojo del caballo está concentrada la energía de la Tierra y quien lo toca tres veces la recibe. Las tribus que vivieron ahí, celtas, romanos etc. lo conservaron y veneraron por su significado oculto para nosotros. Aquella tarde, sóla en la inmensidad de los verdes prados yo también, como lo hicieron mis antepasados, veneré con profundo respeto EL CABALLO BLANCO.